martes, 17 de abril de 2007

Estar en posesión y estar en poder

Estar en posesión y estar en poder

Un defecto en el que incurrimos con demasiada frecuencia consiste en utilizar “estar en posesión” cuando deberíamos decir “estar en poder”, y viceversa.
El ejemplo más claro quizá sea el que se da a todas horas en las retransmisiones de los partidos de fútbol: se trate del locutor más famoso o del más desconocido, será un milagro que no nos diga en varias ocasiones que “Fulanito está en poder del balón”, cuando eso es absolutamente imposible: el balón podrá estar en poder de Fulanito o, lo que es lo mismo, Fulanito estará en posesión del balón, pero jamás puede suceder lo contrario. Salvo claro está, que se trate de un balón tan innovador que tenga iniciativa y pueda actuar por sí mismo, esto es, que haya dejado de ser una cosa para convertirse en persona.
En efecto, la posesión es el “acto de poseer o tener una cosa corporal con ánimo de conservarla para sí o para otro”, y, no siendo capaz de tener ánimo o intención de nada, mal puede un balón poseer nada; en cambio, sí estará en posesión de Fulanito si ha caído en su poder, pues “estará sujeto a su dominio o voluntad”.